Un buen profesional debe hacer una visita a la vivienda, tomar fotos y algún vídeo para poder explicar a los posibles compradores las principales características del inmueble/vivienda.

Una vez efectuada la introducción de este apartado, pasamos a profundizar un poco más.

Es muy importante concertar una cita con el propietario y ser puntuales. Antes de ir a nuestra visita, deberíamos llamarlo por si le hubiera surgido algún inconveniente o directamente se olvidó, y así confirmar o no la mencionada cita.

Una vez en la casa es muy importante empatizar y ser asertivo con el propietario, entender sus necesidades y saber por qué ha decidido poner a la venta su propiedad.

Hay que intentar que el propietario hable y se encuentre cómodo con la conversación.

Una vez efectuados estos preliminares, debemos proceder a la inspección ocular de la vivienda, pidiendo permiso en caso de que haya puertas cerradas.

Una vez girada la visita proceder a efectuar las fotos y/o video. Es muy importante evitar contraluces, hacer las fotos en formato horizontal, hacer varias tomas de cada estancia para luego escoger las mejores.

En estancias oscuras es importante encender las luces.

En las habitaciones y baños, comprobar que no haya ropa, utensilios u objetos personales por medio que puedan salir en las fotos/vídeo.

Cerrar tapa de los inodoros.

Comprobad que no haya humedades o grietas, normalmente en techos y marcos de las ventanas.