DIVORCIO... ¿QUIÉN SE QUEDA CON LA CASA?
Para contestar a cuestiones como quién se queda con la vivienda, quién
puede disfrutar de ella y hasta cuándo, hay que observar la situación
de esa familia en concreto: si el matrimonio tiene o no hijos, y
si estos son menores de edad.
En el caso que el matrimonio tiene hijos menores de edad, la custodia
de los pequeños puede ser la cuestión que determine a quién se le atribuye la vivienda.
En el caso de que uno de los progenitores cuente con la custodia monoparental,
individual o exclusiva, es probable que el uso de la vivienda tras el
divorcio se le asigne a este progenitor y a los hijos.
El motivo hay que buscarlo en interés de proteger a la parte más
vulnerable, que son los menores.
Con la custodia compartida, si la casa es de ambos progenitores, se
considera que los hijos deben permanecer siempre en la vivienda familiar. Y si
uno de los progenitores tiene una situación económica que requiera protección,
existe la posibilidad de que se le atribuya de forma exclusiva, aunque temporal,
la vivienda familiar.
En cambio, si la vivienda es propiedad de uno de los progenitores,
lo más probable es que se le atribuya el uso de la vivienda, siempre que el
otro progenitor pueda tener un domicilio digno en el que vivir con sus hijos
durante su periodo de convivencia.
Por último, en el caso de que haya una custodia compartida, partida
o distributiva y se creen dos grupos familiares, el del padre con unos
menores a su cargo y el de la madre con el resto de los hijos, se atenderá al
grupo familiar que necesite de más protección, según acuerdo entre las partes
o, en su caso, según criterios del juez y primando siempre el interés de los
menores.