Los sentimientos que percibimos o interpretamos en el transcurso de una conversación, inevitablemente, activan reacciones corporales de una manera inconsciente. El cerebro percibe y el cuerpo actúa.

No quiere decir esto, que todo sea exacto al 100% ya que algunas reacciones se pueden producir por un acto reflejo de nuestro interlocutor, pero la concatenación de varias actitudes o movimientos nos puede dar una idea más exacta de lo que la otra persona está percibiendo de nuestra conversación.

A continuación, os incido una serie de actitudes o movimientos.

CABEZA Y CARA 

Taparse o cocarse la boca: si se hace mientras se habla puede significar un intento de ocultar algo. Si se realiza mientras se escucha, puede ser señal de que esa persona cree que se le está ocultando algo.

Tocarse la oreja:  es la representación de no querer oír.

Tocarse la nariz: puede indicar que nuestro interlocutor está mintiendo, también ocurre cuando se enfada o se molesta.

Frotarse un ojo: es un intento de bloquear lo que se ve y no tener que mirar a la cara a la persona a la que estamos mintiendo. Consejo: cuidado con la gente que se toca mucho la nariz y se frota los ojos cuando habla contigo.

Rascarse el cuello: demuestra inseguridad con lo que uno mismo está diciendo o afirmando.

Llevarse algo a la boca: significa inseguridad o necesidad de tranquilizarse.

Elevar la cabeza y proyectar la barbilla hacia adelante: es un gesto que demuestra agresividad y poder.

Asentir con la cabeza: es un gesto de sumisión contagioso que transmite sensaciones positivas, interés y acuerdo, pero si se hace varias veces de forma rápida y repetitiva puede comunicar que ya se ha entendido lo que tratamos de comunicar.

Ladear la cabeza: es una señal de sumisión si el gesto lo realizas asintiendo a la vez mientras estás escuchando a alguien, lograrás aumentar la confianza de tu interlocutor hacia ti.

Apoyar la barbilla sobre la mano: si la palma de la mano está cerrada, es señal de evaluación; si la palma de la mano está abierta, puede significar aburrimiento o perdida de interés.

La mirada: mientras hablamos con alguien solemos mantener la mirada con nuestro interlocutor entre un 40% y un 60% del tiempo. La falta de contacto visual puede interpretarse como nerviosismo o timidez. Mirar directamente a los ojos cuando haces una petición es útil para aumentar tu capacidad de persuasión.

Levantar las cejas: es un saludo social que implica la ausencia de miedo y agrado, hazlo frente a personas a las que quieras agradar.

Pestañear repetitivamente: es una forma de intentar bloquear la visión de la persona que tienes enfrente puede suceder por aburrimiento o desconfianza.

Mirar hacia los lados: otra forma de expresar aburrimiento.

SONREIR

Es un acto contagioso capaz de provocar emociones positivas en los demás, pero ¡ojo! no utilizar nunca ante un cliente enfadado.

La función de la sonrisa es la de crear un vínculo social favoreciendo la confianza y eliminando cualquier sensación de amenaza.

La sonrisa falsa suele provocarse cuando el lado izquierdo de la boca se eleva más, dado que las emociones las controla el hemisferio derecho del cerebro.

La sonrisa natural, en cambio, produce arrugas junto a los ojos, eleva las mejillas y desciende levemente las cejas.

La sonrisa tensa, denota que tu interlocutor no quiere compartir sus emociones y se muestra con los labios apretados.

POSICIÓN DE BRAZOS Y MOVIMIENTO DE MANOS

Los brazos junto a las manos, son el apoyo de la mayoría de comentarios que realizas. Cruzar los brazos, muestra desacuerdo y rechazo frente a tu interlocutor por muy confortable que parezca el gesto.

Cruzar un solo brazo por delante para sujetar el otro, produce falta de confianza en uno mismo, sin embargo, unir las manos por delante, es sensación de seguridad ante situaciones vulnerables.

Unir las manos por detrás de la espalda, expresa confianza y ausencia de miedo. Mostrar las palmas de las manos abiertas hacia arriba es signo de sinceridad y honestidad, todo lo contrario a cuando estás con el puño cerrado.

Las manos en los bolsillos denotan desinterés en la conversación.

Enfatizar algo con la mano, cuando se ofrecen dos puntos de vistas o alternativas, se refuerza el que más nos interesa con la palma de la mano dominante abierta hacia arriba.

Entrelazar los dedos de ambas manos transmite una actitud ansiosa o negativa si tu interlocutor adopta esa postura, dale algo para que lo sujete.

Puntas de los dedos unidas, expresa confianza y seguridad, pero cuidado, porque  mucho tiempo en esta postura puede demostrar también arrogancia.

Manos en las caderas (manos en jarras) indica una actitud sutilmente agresiva ya que quiere aumentar la presencia física.

PIERNAS Y PIES

Posiciones de los pies: si quieres que alguien de una forma emocional sienta que le estás prestando toda tu atención, asegúrate que tus pies estén encarados hacia él. De la misma forma, si los pies de tu interlocutor están encarados hacia la puerta en vez de hacia ti, es una señal evidente de que quiere terminar la conversación o no tiene interés en la misma.

Posiciones de las piernas: sentado con piernas cruzadas, es una actitud defensiva; sentado con una pierna elevada apoyada en la otra, actitud competitiva y preludio de discusión; sentado con piernas separadas, dominancia y territorialidad y sentado con piernas enroscadas, timidez o introversión.

CONCLUSIONES 

Aprender a detectar incongruencias entre el lenguaje verbal y corporal de tu interlocutor, te puede resultar muy útil para gestionar o conducir una conversación, pero recuerda que todas estas señales se deben interpretar dentro de un contexto global, no saques conclusiones de un único gesto.

Así mismo, practicar los gestos abiertos y positivos, mejorarán la confianza en tí mismo y posiblemente lograrás que tus interlocutores empatices de una forma natural contigo.